Los Warrants dependen de la evolución de varios factores de forma simultánea, entre ellos la Volatilidad.
La Volatilidad se define como la amplitud y la velocidad de los movimientos esperados del Activo Subyacente, y no se debe confundir con la tendencia. Así como la tendencia del Activo Subyacente es el qué hace el Activo, la dirección que toma; la Volatilidad es el cómo lo hace, la amplitud y velocidad de sus variaciones.
Existe una relación inversa entre tendencia y Volatilidad, de tal forma que, en tendencias alcistas, normalmente, la Volatilidad desciende; mientras que en tendencias bajistas, la Volatilidad aumenta. Es recomendable considerar la Volatilidad como una medida del riesgo, de la incertidumbre del mercado, para tratar de predecir su comportamiento futuro.
Gráfico evolución índice S&P 500 y VIX.
La exposición del Warrant al factor Volatilidad se puede modular con una selección óptima del Warrant, teniendo en cuenta que los Warrants dentro de dinero (ITM) minimizan su exposición a este factor, en comparación con los Warrants fuera de dinero (OTM), donde es mucho mayor.